jueves, 25 de julio de 2013

Cuatro reglas que tienes que seguir para escribir canciones


Hace unos días me encontré con las cuatro reglas de Robert A. Heinlein dirigadas a escritores de libros, y pensé pensé que se podían aplicar perfectamente a la artesanía de crear melodías. Y sobre todo me acordé de Miguel que lleva un tiempo en sequía. Tal vez estas reglas le ayuden un poco, o tal vez no, pero ahí van..

1) Escribe


Esto puede sonar bastante obvio, pero si quieres escribir una canción tienes que coger tu guitarra o tu piano, o lo que sea, y todos los días intentar inventar melodías. No es que no crea en la sublimación, si que pienso que ciertas experiencias traumáticas o extremadamente felices pueden provocar que crees algo genial de repente. Pero la verdad es que muchas veces esas experiencias se mantienen dentro de ti y tardan en ascender, para cuando lo hagan, es mejor que estés aporreando un instrumento.

Yo siempre estoy rumiando cosas que me han ocurrido, y eso seguramente es malísimo para mi salud mental, pero al menos estos traumas y problemas los transformo en algo distinto. A veces me da pena la gente que no puede transformar sus espantos en algo mejor y me pregunto ¿qué harán con todo ese dolor?

2)Termina lo que escribes



A veces escribes una estrofa pero no encuentras un buen estribillo, o a veces te pasa lo contrario, se te ocurre un estribillo genial pero las estrofas suenan aburridas y simplonas. Peor son las letras, a veces encajar una letra en una melodía es una autentica pesadilla. Luego se te ocurre otra canción, u otra idea y dejas la primera de lado. El resultado es que muy a menudo acabas con un montón de fragmentos acumulados en tu grabadora, pero nada que puedas llamar una canción o enseñarle a nadie. Esto es frustrante y no lleva a ningún sitio. Termina la canción, llévala hasta el final, y si luego no te convence, no pasa nada, pero al menos dale la oportunidad de ser algo. Y enséñasela a alguien en cuyo gusto confíes, igual resulta que es tu mejor obra.

3) Abstente de re-escribir



He visto a muchos grupos que cansados de tocar una canción siempre igual, la cambian solo porque están aburridos. A veces funciona, y sale algo genial, pero por regla general creo que es mejor dejar una canción como estaba, si la hiciste de una determinada manera seguramente fue por una razón, y se debía a una intención determinada que tenías. Acelerarla, o meterle un ritmo de samba suele ser un mala idea, pero allá tú.

4) Tienes que poner tu canción en el mercado

Esta significa básicamente que la grabes y la publiques de algún modo. Durante mucho tiempo escribí un montón de canciones que se quedaron en mi cabeza, y se las cantaba a mis amigos en fiestas y reuniones, sobre todo si estaba borracho. Disfrutaba con sus halagos, y me gustaba pensar en mi mismo como un genio desperdiciado. Pero una vez más, esto no sirve en realidad para nada, y si escribes una canción el siguiente paso es grabarla. Grabar es caro, lento, difícil y muchas veces frustrante, pero si empujas, luchas y pataleas deberías al final encontrarte con un disco, cinta o a malas un bandcamp que enseñar a la gente. Prepárate para el agravio, los insultos y los menosprecios, hay gente por ahí cuya única misión en la vida es criticar y desanimar a los demás. Pero luego hay otros  que estarán deseando escuchar lo que has hecho, e incluso publicarte algo, o organizarte algún concierto. No te rindas, y envía y re-envía tus grabaciones a blogs y sellos. Esto no significa que seas pesado, o que te arrastres para que te publiquen en alguna publicación importante. Pero tampoco las dejes abandonadas a su suerte!

lunes, 15 de julio de 2013

Webcomic: cómo tener 40 seguidores en Twitter




Hay algo heroico en tener una doble vida, en levantarte por la mañana para ir a un trabajo odioso en el que se dedican a explotarte pero luego quedarte despierto por la noche escribiendo relatos, dibujando, o componiendo canciones.

Pero al igual que todas las ideas heroicas tienen un lado quijotesco y ridículo si se contrastan objetivamente con la realidad pura y dura, con los km de asfalto y de gente hacinada en las ciudades, con la explotación cada vez más deplorable, con el culto al dinero con un mundo que gira la mirada y que no quiere saber nada de ti o de lo que haces. Toni Nievas no se olvida de esta ironía y muchas de sus viñetas giran en torno a lo absurdo de sentirse recomfortado por un seguimiento mínimo en las redes, mientras el resto de tu vida es un fracaso, un sin fin de días en la galenas con tu jefe chupándote la sangre, o lo cómodo que se está sentado en la oficina del paro.

Toni Nievas te dispara a bocajarro en su tumblr con viñeta tras viñeta, hasta que te ves tan envuelto en ese absurdo que empiezas a reirte sin parar.

Si mi objetivo era fracasar, dice, mi vida está siendo un exito.