domingo, 17 de febrero de 2013

La inutilidad de la violencia.

Mucha gente está defendiendo ahora el uso de la violencia como manera lícita de crear un cambio real en una sociedad que se está revelando cada día más injusta y corrupta. Y comprendo perfectamente que esta linea de pensamiento se esté volviendo más y más común, y de hecho, me sorprende que no haya más gente que se tome la justicia por su mano, y agreda físicamente a quien les está básicamente arruinando la vida. Lo considero una reacción humana y normal. El gobierno usa la violencia para mantener el estado de las cosas como están, y todos nos hemos sentido amenazados y a veces agredidos en las manifestaciones, por lo que parece legítimo emplear esa misma violencia contra ellos ¿o no? 


Decía Nietzsche que todo aquel que luche contra monstruos debe cuidarse mucho de no convertirse a su vez en un monstruo. Si bien, es cierto que la manera más sencilla de provocar un cambio es forzar ese cambio de una manera violenta, no es, ni mucho menos la más deseable o la única. Oigo constantemente el argumento de que la amenaza comunista fue la que provocó que consiguiéramos los derechos que ahora tenemos, por lo que es necesario recrear esa amenaza si no queremos perderlos. Sin embargo, no olvidemos, que esa amenaza también provocó una proliferación de gobiernos fascistas, varios genocidios, una guerra mundial con millones de vidas truncadas, y algunos gobiernos comunistas tan malos como los fascistas. Y que hubo mucha gente que luchó por esos derechos de otras maneras, no violentas y no por ello inefectivas.  La desobediencia civil puede llevarse a cabo de muchas maneras no violentas. 


El principal problema de usar la violencia como método de cambio, es que necesitas elementos agresivos que creen que tienen derecho a imponer sus ideas de manera violenta, así que...¿qué vas a hacer con estos elementos una vez derroques a los opresores? ¿Cómo les convencerás para que dejen de ser violentos? La respuesta es que no podrás, habrás sustituido unos opresores por otros, y lo peor de todo, posiblemente tu serás uno de ellos.

Así que si quieres que me una a lo que estás haciendo, te diré que no gracias,  que si me vas a hablar de poner bombas en iglesias, o de destrucción, entonces no cuentes conmigo.


3 comentarios:

  1. Creo que hay umbrales. La resistencia pasiva de los judios en alemania, o de los sirios ahora mismo, llevaría directamente al exterminio de un bando sobre otro. Creo que las resistencia pasiva funciona cuando hay un mínimo de moralidad entre el bando que ejerce la fuerza. La resistencia pasiva cuenta con despertar la moralidad del poder, pero ante un poder inmoral solo podemos dejar matarnos. Para mi hay algo que está por encima de los principios,y es la capacidad de crear nuestros propios principios.

    Creo que la justicia sólo es lo que nosotros juzgamos, por eso si en un momento determinado hacemos actos injustos, esa injusticia solo lo es desde el punto de vista de la justicia dominante, por eso los principios a priori sólo paralizarán nuestra capacidad de juicio. La violencia está en todo orden, la resistencia pasiva es una contradicción en los términos, porque resistir implica luchar contra un orden.

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  2. Absurdista, quiero pensar que sí que existe algo de moralidad en el bando que ejerce la fuerza, al menos en el caso que nos ocupa.

    En cuanto a los otros, tu argumento plantea un problema de difícil solución, sin embargo, sigo pensando que de la violencia y el odio, sólo puede surgir más violencia y odio. Aunque te salgas con la tuya a corto plazo, el resultado es terrible. Hitler fue derrocado, y aun en el caso de no haber caído, el odio generado por su guerra genocida hubiese durado siglos. Los aliados vencieron de una manera violenta, y generaron un nuevo orden mundial que también ha estado marcado por la muerte, la explotación y el odio. Creo que tanto los vencedores como los vencidos estaban condenados a perder, aunque se podría argumentar que en el caso de haber vencido Hitler, nuestro mundo hubiese sido mucho más terrible.

    De todos modos, habría que decidir si defenderse de un ataque violento se puede considerar ser violento. No lo sé. A veces pienso que es mejor morirse que morir matando, pero luego a la hora de la verdad es muy posible que apretase el gatillo para defenderme, y si se tratase de defender a un ser amado estoy casi seguro de que lo haría.

    En cuanto a decir que la justicia sólo es lo que nosotros juzgamos, es una afirmación sin pruebas reales. Tu CREES que es así. Por lo que a mi respecta, no lo es, y aun en el caso de que se pudiera demostrar que lo es (que no se puede), prefiero vivir CREYENDO que existe una justicia más o menos universal en la que todos podemos ponernos de acuerdo.

    Yo pienso que ese relativismo moral es odioso y terrible.

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