martes, 5 de marzo de 2013

Dios tiene un plan: Monta-man queremos que vuelvas!

En una pequeña isla del Mediterráneo había una vez un hombre que cantaba canciones en una iglesia, cantaba por su alma inmortal, y luego cuando llegaba a casa escribía canciones para mantenerse cuerdo en su vida terrenal, canciones sobre sueños siniestros que le atormentaban, sobre amores imposibles, sobre gatos muertos en el borde de la carretera, sobre las verdades de las realidades que le maltrataban. Luego las grababa rápidamente con ayuda de un compañero de la iglesia y los enviaba en CD-r a todos los rincones del continente bajo el nombre de Monta-man. Un día cansado y enfermo decidió abandonar, pero juró volver si le reclamábamos. Ese día ha llegado, Monta-man, te echamos de menos, el mundo es un infierno sin ti. 


Para hablar de la música de Monta-man me viene bien una teoría que me explicó hace poco Lolo de Hazte Lapón en un concierto de la Fonoteca. Según esta teoría, se divide a los músicos en dos categorías: escritores de canciones (songwriters) y escritores de sonidos (Sound writers).

Los escritores de sonidos buscan los fuegos artificiales, la novedad sónica, las texturas. Ven la música como si fuese una imagen y quieren encontrar el paraje perfecto, el contenido es secundario o irrelevante, o quizá piensan que el contenido está precisamente en esa supeficie brillante de sonidos, no lo sé, la verdad es que no sabría decir, porque a mi los sonidos nunca me han interesado más que como medio para un fin, comparto más la visión de los escritores de canciones.


Los escritores de canciones creen en la música como medio de transmisión de un mensaje, la música es para ellos una lengua, y usan el esqueleto de la melodía y las palabras para hacer poesía cantada. También buscan la novedad, pero no en la periferia del sonido, sino en las infinitas variaciones de melodía que existen en una región particular del espacio musical. Los escritores de canciones piensan que pueden comunicarse y expresarse a través de ella, la usan como un autoexorcismo o simplemente para dejar constancia de momentos e impresiones que les interesan o atormentan.


Claro que esto es una visión bipolar del mundo y por lo tanto enteramente falsa. Entre el blanco y el negro existe siempre la escala de grises, y ningún autor puede ser songwriter sin ser un poco sound writer también y viceversa. Pero si alguien se acerca al extremo de esta clasificación sería Monta-man un escritor incansable de canciones, grabando con urgencia todo lo que surge de su mente sin apenas medios ni recursos. Las canciones de Montaman son tan enormes que no necesitan ser decoradas con ningún paraje musical, existen en el limbo por su propio peso. Ellas son en si mismas.

Por eso sus discípulos y admiradores hemos creado este disco homenaje, homenaje a un grupo que nunca salió en los medios oficiales, que nunca formó parte de la industria, pero que dejó su marca en una realidad que se ha ido gestando los últimos años en nuestro país, una comunidad underground que existe al margen de ese mercado B que es el indie. La primera parte ya está disponible y pronto se podrá escuchar la siguiente parte y disfrutar de un blog donde hablaremos largo y tendido de nuestro anti-heroe.




¿Qué no sabes de quienes te hablo? ¿Qué no sabes quien es ese Monta-man ni todos esos grupos que le homenajean? Pues esta es tu oportunidad para entrar en este mundo, y no tienes que consumir nada, solo pasarte por un concierto, o escribirles a sus páginas web para escucharles y decirles que te gusta lo que hacen, ellos existen allí, al margen, entre las sombras, creando mundos imposibles, como las canciones de Monta-man....te dan la bienvenida y no te piden nada a cambio.

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