jueves, 23 de mayo de 2013

¿Qué fue de Aplasta tus Gafas de Pasta? (I): El amanecer de nuestro espacio

Que las modas arrasen en el mainstream es normal, que eso ocurrá en el undergorund es más preocupante, y señal de que no es un refugio para creadores e innovadores, sino sólo un reflejo pálido de una industria mayor. Por eso siempre tuerzo el gesto cuando alguien me dice: "ahora se lleva el indie-pop", o "ahora se lleva el shoegaze", o "ahora está de moda el postpunk". Cada uno que vea el mundo bajo el filtro que quiera, pero para mí una moda no es más que una excusa para no emplear tu juicio crítico y tu personalidad. Es una excusa para no tener que elegir por ti mismo ¿qué tiene esto que ver con Aplasta tus Gafas de Pasta? Yo diría que todo. 

Aplasta tus Gafas de Pasta fue entre otras cosas un sello CDR

A mediados de los 00 todavía no había llegado la crisis económica, pero hacia tiempo que vivíamos la crisis musical, y bajo la contaminación de Madrid nos juntamos unos pocos locos para crear una conspiración. En aquellos días pasó algo muy curioso, gracias a las redes sociales, todos los corpúsculos de grupos que prosperaban bajo el humo de la ciudad se hicieron conscientes los unos de los otros, y de ese modo, poco a poco fueron adquiriendo una conciencia de clase, es decir, se dieron cuenta de que todos los engranajes publicitarios y creativos estaban en manos de un pequeño puñado de grupos, que no eran necesariamente los mejores, ni los más merecedores. 

En cierta forma la música independiente tenía sus propios aristócratas, aquellos que siempre iban a los festivales y que eran mimados por las revistas, marcas de cerveza y otros horrores. Pero sobre todo,  estas mentes inquietas se dieron cuenta de que hasta ese momento habían sido un público pasivo, y de repente habían empezado a curiosear y a usar su propio juicio para discernir lo que era bueno de lo que no. En ese instante, lo hype dejó, para ellos, de tener sentido, y un puñado de locos dejó de guiarse por las modas y las tendencias (que no os engañen, una tendencia es la misma mierda que una moda pero en pequeño).  Lo que importaba entonces, era que una canción fuese emocionante, y sobre todo que se convirtiese en parte de nuestra vida.

Todo empezó en Onda Merín
Para que se viniese abajo el mito de la excelencia en el indie no bastó con la aparición de las redes sociales, sino que  tuvieron que existir muchas iniciativas, desde Aplasta tus Gafas de Pasta hasta Lafonoteca, pasando por sellos como Birra y Perdiz, For noises sake y otras tantas quijotadas de cuyo nombre no quiero acordarme. Y sólo estoy mencionando lo que estaba pasando en un estilo muy particular de música y en una ciudad determinada. De todos modos, muchos grupos no lo entendían, y aunque nos seguían el juego a los locos, por si eso les ayudaba en su ascenso a la nobleza del indie, tenían poco interés en nuestras ideas o revueltas. Muchos deseaban en el fondo ponerse de moda y así perdimos muchas batallas y oportunidades de cambiar las cosas.


Es difícil ahora imaginarse, viendo como los conciertos de Madrid Radical y Lafonoteca funcionan tan bien, lo desolado de la escena madrileña en 2006, donde dar un concierto significaba una sala con cuatro personas desinteresadas y excesivamente críticas. Pero fueron las innumerables alianzas y redes subterraneas que surgieron en esos años, los que prosperaron a principios de esta década y que duran hasta el día de hoy. 

Los vencedores son los que escriben la historia, Aplasta fue aplastada, y con ella desapareció mucho de lo que teníamos como valioso o digno de defender. Ahora ha llegado el momento de volver, con más fuerza, con discos, fanzines y recopilatorios nuevos, pero antes de mirar hacia delante, es preciso mirar hacia atrás y hacer un repaso y seguimiento de todos los grupos que hemos amado estos años, todos los grupos que fueron, y siguen siendo, tan importantes para nosotros. 

Damos pues por inaugurada la sección ¿Qué fue de Aplasta tus Gafas de Pasta? y estáis invitados a colaborar si os apetece hablando de vuestros grupos Aplasta preferidos, o incluso de vuestras experiencias con nosotros. 

12 comentarios:

  1. El contraindie al fin y al cabo es igual de indie que el indie. El pop necesitó de su 15 M y su crítica interna y de menos revival. ¿Cómo en el siglo 21 seguimos hablando de pop, de punk, de hardcore como modelos? hace falta un indie-mainstream la misma mierda es. Que ahora mismo vaya a suceder un nuevo primavera sound y eso siga siendo un acontecimiento musical quiere decir que todo tiene que dar un vuelco. No nos hemos autogestionado, no nos hemos hecho fuertes, los grupos parecen y desaparecen, vivimos atomizados por géneros. Es necesaria una ruptura total.

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  2. ¿A que te refieres con contraindie? Sin este dato, no entiendo si estás criticando mi visión o confirmándola. Dices que no nos hemos autogestionado, pero eso no es cierto, la autogestión ha aumentado en estos años. Tu mismo has publicado un mapa en el blog de Aplasta un mapa de redes muy interesante. Otra cosa es que nuestra autogestión no haya tenido una repercusión mayor. Esas redes son para mi la prioridad, que prosperen y se hagan estables, y que desde ellas la gente creativa pueda tener acceso a su porción de expresión artistica acaparada por los grandes medios.

    De todas maneras, no pretendía ser triunfalista con esta entrada, pero puede que la nostalgia haya hecho que parezca así, sé que queda mucho por hacer. Pero también me resulta obvio que la situación está un poco mejor que hace siete años, es verdad que muchos grupos han desaparecido, pero otros tantos están ahora sacando discos y tienen un público, minoritario es cierto, pero un público no obstante. Por lo demás esa nobleza del indie de la que hablo continua allí, y creo que, sí, que corremos ahora más riesgo de atomizarnos que cuando existía el myspace.

    De todas maneras, si tienes una idea de como lograr esa ruptura total, ya sabes que aquí me tienes para apoyarte y hacer lo que haga falta para derrocar al INDIE-ARCADO.

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  3. La crítica no es hacia nadie en concreto, es simplemente un horizonte desde donde crear cosas peligrosas. Lo que quiero decir es que la visión histórica a veces es una reconstrucción idealista que implica un finalismo. No creo en los objetivos, ni en el fin, todo lo que sea asumir un programa es sustituir una cosa por otra. Creo que cada vez que se crea algo hay que pasar inmediatamente al lado de problematización. Por eso, las alianzas deben de ser contrahegémonicas pero nunca deben de llegar a convertirse en sí mismas en una cuestión asumida.
    Hablando más claro, creo que si que es verdad que Madrid ahora es más interesante, pero responsabilizarnos a nosotros, o a cualquier otro colectivo, es reconfortante, crea buena conciencia, pero nos deja impolutos en nuestro trono en el que ocuparíamos un pequeños lugar en la historia del underground madrileño, nos haría conformarnos y dejar de lado el malestar que nos cabreó, y nos quedaríamos en un estado de falsa paz y de confort cercano a la muerte, cuando en realidad ahora es el momento de estar más alerta que nunca , de recrudecer la batalla, de ser ambiciosos y plantearse una estrategia que permita crear una contrehegemonía. Los absurdos, los divergentes pueden desaparecer, la normalidad siempre está al acecho intentando imponerse, el underground que defendemos cada día está amenazado de muerte cada segundo, en cada esquina. Creo que nuestros actos son muy pequeños para nuestras aspiraciones y creo que hay que empezar ese viaje de largo recorrido, ese viaje penoso y casi nunca reconocido de la creación a ciegas en un panorama devastado. Para mi ahora mismo la situación que reclamas como positiva es genial, pero no tiene el suficiente empaque para superar una coyuntura determinada, para eso deberíamos todos llegar ampliar nuestras miras y nuestros horizontes.

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  4. Tienes razón, en parte, sin embargo la irá si no va acompañada de unas acciones que puedan provocar cambios no lleva tampoco a ningún sitio. La ambición mal dirigida también puede ser contraproducente, y lanzarse a una cruzada para derrocar al indie establecido puede ser un objetivo muy loable pero si sólo son palabras grandilocuentes, seguramente, empezar un blog, sacar un disco o publicar un fanzine hace más bien que muchas grandes ideas.

    Este repaso está más bien dirigido a hablar de los grupos que nos emocionaron y a los que nos siguen emocionando, más que a darse palmaditas en la espalda y quedarnos en ese estado de falsa paz.

    Yo siempre he pensado que lo mejor que hicimos (y seguimos haciendo) Aplasta es dar ánimos a ciertos grupos para seguir adelante. A los outsiders pero también a los que no lo son. Es la única manera que se me ocurre de promover la creación y su reparto. Quizá si estuviese en otra posición pudiese hacer otras cosas.

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  5. La primera frase es la gran verdad, y es que con la mente humana no hay mucho más que hacer. Sin embargo, la rebeldía es imprescindible para poder respirar en momentos de "estuvo bien mientras duró". A medio y largo plazo, los artistas/grupos malos no pasan de la novedad y los buenos por fuerza se tienen que estabilizar para durar, sólo se puede ser fresco la primera vez. Y añado otra cosa, es más sincera la fidelidad mainstream que puedas conseguir que el respeto indie, que dura mientras creen que pueden conseguir tu disco gratis.

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  6. Cobarde, creo que esa es otra batalla que hay que luchar. Y por eso queremos concluir este repaso con un recopilatorio de seguimiento de los grupos Aplasta. Alguien, creo que en vanishing point acuñó el termino "los seguidores de lo novel" y dejó patente esa tendencia en el "indie" Esto es otro mal endémico en algunos sectores del underground, un mal que hay que luchar por erradicar.

    De todos modos, creo que hay mucha gente fiel, también en el underground. Y quiero pensar que nosotros no pecamos de eso. Otra cosa es que se produzca material peor, o canciones menos emocionantes, que es otra historia. La fidelidad sin juicio crítico sólo es deseable desde el punto de vista de aquellos que quieren guardar su porción del pastel del negocio cultural.

    No creo que la solución sea pasar a un modelo mainstream. Llegar a más gente sí, pero no empleando los mismos métodos. Hay que inventar otros nuevos, no crear tendencias en el underground, ni hyperizar a grupos noveles.

    La fidelidad mainstream muchas veces viene de la idealización absurda hacia ciertos grupos, y un juicio critico muy pequeño. Y esa fidelidad puede ser un hueso muy duro de roer también.

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  7. Bastante de acuerdo con la poca fidelidad a los grupos del indie. El indie es en esencia pura tendencia, es mercantilización de lo cool, de lo marginal, vender humo. Si quieres seguir a un grupo más allá del primer disco o el segundo lo más probable es seas mal visto por el entorno indie.

    Otra cosa que me gustaría puntualizar es que la mala baba no entra en contradicción con el activismo, más bien es su motor principal. La acción raramente brota de la aceptación de la norma y de la comodidad. yo personalmente hago fanzines, canciones, programas de radio generalmente guiado por una reacción de ira y cabreo con el mundo que me rodea, eso para mi es el punk.

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  8. Yo sin embargo, no puedo basar toda mi acción en esa ira. Necesito sentir también otras emociones más positivas, sino, sólo querría alejarme de todo y morir.

    Para mí eso es el activismo, creer que puedes hacer un mundo más justo y humano, donde la gente es más feliz. La esperanza contra todo pronóstico, contra el sentido común. La ira te puede cegar de todo lo bueno que hay en el mundo, da igual lo escaso que sea.

    Creo que detrás de la ira también se esconde esa esperanza cabezota y es necesario también que haya cierta satisfacción. Ver que has hecho algo bueno. No digo que dejes de estar alerta. No digo que te regocijes en lo que has conseguido, o que te detengas, pero sin alegría y sin esperanza, toda la ira del mundo no me serviría para nada.

    Creo que el punk era mucho más que solo esa ira. Era un cúmulo de contradicciones, y por eso sigue resultándonos tan atractivo casi treinta años después. Estaba la ira, el nihilismo, el idealismo, el activismo, el DIY y la bohemia. Era muy heterogeneo, y cada cual lo interpreta a su manera, para mí ser punk era ser lo que te daba la gana, ser tu mismo.

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  9. La ira tiene tan poco que ver con la negatividad y la insatisfacción, como el amor con la positividad y la satisfacción. Creo que el punk es la aceptación de las emociones comunmente consideradas negativas y su disfrute, por eso es la mayor manifestación de alegría, porque no moraliza entre lo bueno y lo malo, y no destierra las emociones consideradas socialmente negativas a un lugar de la conciencia perversa, que a la larga nos perjudica moralizando entre bueno y malo y por lo tanto aplicando la venganza, el odio y el resentimiento a lo que no es aceptado por nuestra buena conciencia. El punk es la ruptura de la separación entre buena y mala conciencia, por eso no entiendo que esa "negatividad" de la que hablas pueda ser perjudicial, todo lo contrario es la felicidad inocente, sin culpa, afirmativa y positiva

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  10. Puff, no lo veo nada claro. Yo te hablo desde mi experiencia personal, donde la ira, la agresividad y esas cosas que tú aseguras que causan felicidad inocente, en la practica veo que causan claramente dolor y angustia.

    Yo no divido las emociones en positivas o negativas, pero si sus efectos en mí y en la gente que me rodea. No es una clasificación azarosa. No he buscado en las reglas sociales o religiosas lo que dicen que es BUENO o MALO, he experimentado los resultados a mi alrededor. No estoy buscando aquí una regla universal para todas las situaciones o todos los seres humanos, porque no creo que eso sea posible.

    De todos modos caes en tu propia trampa, llamando perjudicial a la venganza, el odio y el resentimiento. Esas causadas por la represión, esas sí que son las emociones realmente negativas y no las otras.

    Describes la ira como una liberación, pero respóndeme una cosa, esa liberación, tan beneficiosa y alegre para ti ¿qué efecto tiene en la gente que te rodea, y consecuentemente a la larga en ti?

    Yo no he desterrado esas emociones, la ira puede ser útil, liberadora, rupturista, pero tampoco destierro la esperanza o la alegría, que considero que si que pueden llevar a la felicidad.

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  11. Yo no estoy desterrando la alegría ni la felicidad y apostando por la ira. El problema es que pensamos demasiado dialecticamente y por eso generalmente afirmar una cosa implica negar su antítesis. Por eso, lo que quiero decir es que la ira, el cabreo, la rabia, no es la antítesis de la esperanza o la alegría.

    Afirmar cualquiera de las dos antítesis no supone negar la contraria. El problema que yo planteo es el de entender que la ira no es mala en sí misma, no es un absoluto, sino que cumple diferentes funciones.

    Por ejemplo el mismo sentimiento de ira puede afectar a la gente que me rodea positivamente o negativamente, igual mi esperanza. La ira cuando se connota positivamente puede llamarse indignación, y puede ser una manera de superar una situación de ensimismamiento, de sometimiento, haciendo un favor para la liberación de los nos rodean. Un ejemplo más claro de los que creen aceptar el bien sin ira es el cristianimo, que asumen valores positivos aceptando el sometimiento al orden político y económico, lo cual para mi es perjudicial para la gente que me rodea.

    No he caido en mi propia trampa, porque no hablo en terminos absolutos, y algo perjudicial o no perjudicial es siempre relativo, puede ser bueno o malo dependiendo de su función.

    Por eso entiendo mi protesta como un acto de extrema alegría, de resistencia y de insumisión, mi protesta es airada y no pretende quedarse en la denuncia sino que va unida de una constante acción e invitación a a la acción de los demás.

    La felicidad para mi no es la ausencia de batalla, es la batalla misma, la esperanza es la lucha.

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  12. Bueno, diría entonces que estamos más o menos de acuerdo.

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